Un número uno en todo sentido

Y se miran, casi como en la mejor escena de la mejor película de amor craneada en Hollywood. Ninguno baja la vista, entonces el film, que también parece venir de Estados Unidos, cambia de género y parece un duelo entre el shriff y un malhechor de los mejores westerns. A la hora de desenfundar el arma el que bajó la mirada fue Arjen Robben y quien mantuvo la mirada desafiante firme fue quien en ese momento se consagró como mejor portero del Mundial. Iker Casillas. Luego vino un disparo tibio, nada más se podía esperar después de tal intimidación, y unas piernas que enviaron el balón al cóner.

Al rato, obligó a Pep Blatter a cambiar el lugar de la entrega del trofeo. El rito estaba planeado en la pasarela en la que estaba todo el circo del fútbol, y algunos que se escaparon de la carpa de la política para colarse en la coronación española. Pero Iker, con un gesto cambio el decorado de la foto más importante en la historia del fútbol ibérico: la mano señaló la grada en la que esperaban sus compañeros, los otros veintidos integrnates de la delegación española. O sea, la foto en vez de tener dirigentes, políticos y monárcas, tuvo a los únicos protagonistas: los futbolistas.

Pero, la repetición de actos de humildad es lo que enaltece a las personas, y más aún si son deportistas exitosos. En la final de la Euro 2008, el que entregaba el galardón era Michel Platini, Presidente de la UEFA, y el receptor del lauro era el mismo arquero. La escena fue idéntica y mientras el francés esperaba ser el actor de reparto más importante de aquella toma fotográfica, terminó quedando relegado, ya que Iker prefirió tener a sus colegas como fondo de pantalla.

Además de haber sido elegido como el mejor guarda meta de Sudáfrica 2010 llevandose los "guantes de oro", el uno del Real Madrid -sólo recibió 2 goles en contra en Sudáfrica- se consagró de arquero gana-campeonatos con el correr de los encuentros en Sudáfrica.

Sería imparcial no mencionar que en el debut de la Roja, Casillas fue cómplice en el gol con el que Suiza le ganó a España. Pero lo mejor del mejor se vio en los matchs en los que tiene que aparecer un arquero para diferenciarse de un simple gana-partidos.

En los cuartos de final, cuando el equipo de Vicente del Bosque no le encontraba la vuelta a Paraguay hubo dos minutos que marcaron a esta selección. Y fue el "uno" participe necesario de ese par de minutos. Penal para los sudámericanos. Va Tacuará Cardozo, pero Iker se agiganta y sacá lo que podría haber sido la ventaja guaraní. Luego vino la pifia desde los doce pasos de Xabi Alonso y más tarde el gol de Villa y la clasificación  histórica a semis.

En ronda de cuatro equipos, volvió a aparecer el segundo futbolista con más presencias en la Furia, sólo superado por Adonis Zubizarreta. 70 minutos de juego, el marcador dice 0-0, centro desde la izquierda, aparición en solitario de Toni Kross, quien fusila la valla española, pero otra vez el cero iba a ser sostenido por Casillas. Al rato llegó la liana de la que se colgó Tarzán Puyol para poner el 1-0 definitivo.

Esos tres partidos (cuartos, semis y final) hicieron a Iker Casillas un arquero ganador de campeonatos, no sólo un sacador de puntos o un ganador de partidos.

En el resumen del Mundial podrían estar Iniesta y su grandeza en la final, David Villa y sus goles importantes o Vicente del Bosque y su bajo perfil y compromiso. U Holanda y su buen torneo, anque la traición al estilo en la final, o el cambio de maneras de Alemania, o el orgullo sudamericano que significan Diego Forlán y su Uruguay o Ghana, la abanderada del continente africano. O los pésimos arbitrajes, o las vuvuzelas, o Jabulani, o el pulpo Paul o los campos de juego y sus alfombras mal colocadas. O la actuación de Argentina y lo que vendrá.

Pero la figura de la película termina siendo el pibe, que a los 21 años se tuvo que hacer hombre y entrar en la final de una Champions League, en lugar de César, titular de ese equipo. Aquel partido tuvo triunfo del Real Madrid sobre el Leverkusen -capítulo aparte para Zizou y su volea-. 

"He sentido rabia al ver la pobreza que existe en África", dijo alguna vez luego de una campañía solidaria que lo llevó por Sierra Leona en 2007. Además en 2008, participó junto con Rafa Nadal de una movida contra la malaria en el Mundo. En ese mismo año, integró una semana solidaria que organizó Unicef para apoyar proyectos educativos para niños del tercer mundo. Y hace dos años, llegó a Perú para disputar un partido en el marco del Plan España ONG. Estas actitudes humildes fuera de la cancha llevaron a que el Consejo Superior de Deportes lo distinguiera con la Orden del Mérito Deportivo.  

Cuatro Ligas españolas, tres Súpercopas locales, dos Champions, una Súper europea y una Interconintal con la Casa Blanca. Una Euro, un Mundial sub-20 y una Copa del Mundo de la FIFA decoran la pared de logros colectivos de Iker Casillas Fernández. Quedan así reslatados los logros grupales por sobre los personales, como seguro querría el Mejor Arquero del Mundo.

Alejandro Manzano