Cositas por mejorar

"Implacables", con esa frase Diego Armando Maradona pareció olvidarse de la que había dicho a penas cinco días atrás cuando expresó que en un mundial no se podía perdonar, porque luego terminás pagandolo.
Viendo la mitad del vaso lleno es real que hoy el seleccionado fue "implacable". Generó mucho en los pies de Tevez, Di María y sobre todo Messi, tuvo volumen de juego, paciencia para hacer posesión de balón, mucha gente en ataque y metió cuatro goles.
Pero el vaso tiene una mitad que queda vacía. Argentina se encontró con un partido que lo tuvo desde su arranque como actor principal. Corea presentó un esquema cerrado, con dos líneas de cuatro que no rompió ni luego del primer gol albiceleste. Durante esos primeros 45 minutos los de Diego fueron mucho más que su rival, quienes parecían conformarse con ser un buen partener del principal bailarín del espectáculo.
Ese vaso vacío quedó en evidencia en la segunda etapa del encuentro, cuando los coreanos, reavivados por el error defensivo del final del primer tiempo, se animaron a buscar el empate.
Entonces, Argentina no tuvo recuperación en el medio campo, no tuvo presión sobre el rival, y por momentos perdió el orden defensivo, lo que derivó en algunas chances desperdiciadas por los asiáticos.
Uno de los tantos cassetes qe inundan los dichos de los entrenadores dice. "siempre es mejor tener que mejorar, después de haber ganado". Lo cierto es que Argentina tendrá que mejorar si quiere que todas esas coincidencias con 1986, que desvelan a muchos, tengan el mismo final tan feliz, como aquella vez.
Alejandro Manzano