Que la historia se repite otra vez...

Los blancos festejando el deporte de los negros... un sueño hecho realidad unos cuantos años después, casi 17. Desde la caída del aprtheidd, el golpe al Partido Nacional que dispuso a Federick de Klerk como presidente en lugar de Pieter Botha y que condecadenó en la liberación de Nelson Mandela y posteriormente en el Nobel de la Paz compartido por Mandela y De Klerk era impensado que esto sucediera. Pero llegó.
El evento elegido por el mundo del deporte para "reintegrar" a Sudáfrica fue el Mundial de Rugby 1995. Esto era mostrar la reintegración de los negros al "mundo blanco". Más allá de lo que significó el evento y de que fue un gran paso para el país en proceso de reacomodamiento social. Pero, no fue más que invitar a los negros al festejo de los blancos.
En este caso la historia se da vuelta, y los más identificados con el fútbol son los negros, quienes han invitado a los blancos a su gran festejo.

Aunque no todo es color de Rosa en la organización de la Copa del Mundo. Cinco han sido los estadios hechos nuevos, algunos vinieron a reemplazar canchas que fueron demolidas, para abrirle lugar a estos nuevos escenarios. Las sedes que se estrenarán serán: el Estadio Peter Mokaba (Polokwane), el Green Point (Ciudad del Cabo), el Nelson Mandela Bay (Port Elizabeth), el Mbombela (Nelspruit) y el Moses Mabhida (Durban).
Ha sido pintoresca la ceremonia inaugural que el viernes por la mañana argentina nos llegó desde Sowetto, lugar que también será sede del cierre de la competencia. Soweto es un barrio en el que viven hacinados, pobres y con la mayor violencia el 65% de los habitantes de Johanesburgo. Aquel estadio, el Soccer City, el más grande del continente (94 mil espectadores), quedará en manos privados luego de la Copa y formará parte del activo del NSAA (National Stadium SA), según un informe Instituto de Seguros Sociales de Sudáfrica.
No es menor que el gasto estipulado para la organizaciñon del mundial se haya más que triplicado y terminó alcanzando los 4200 millones de dólares. Como tampoco es menor que el Green Point de Ciudad del Cabo -uno de los que están "a estrenar"-, será la mayor carga de impuestos para los contribuyentes de una de las ciudades más australes del continente negro.
El 5 de enero de 2009 fue asesinado Jimmy Mohlala, miembro del Comité organizador de Sudáfrica 2010 y presidente del municipio de Mbombela, provincia de Nelspruit. Mohlala había denunciado irregularidades en la construcción del estadio situado en aquel municipio. Mbombela fue bautizado aquel recinto que tendrá al último campeón, Italia jugando con Nueva Zelanda, está ubicado en el medio de la aldea Mataffin, en la que conviven casas pobres, sin energía y sin agua.



Entre las promesas que incluían la construcción de la sede mundialista estaban mejorar la infraestructura de la aldea y de la ciudad, hecho que nunca llegó. 171 millones fue el costo para el escenario de 4 partidos, lo que significa 43 millones de dólares por encuentro.
Hasta la justicia sudafricana ha obligado a mostarar contratos entre la ciudad de Durban, donde se jugará una de las semifinales, y la FIFA. Esos son convenios privados beneficiados por dinero público. Es decir que la entidad madre del fútbol mundial se vería beneficiada por arcas estales de aquella ciudad.
Sin obviar que el organismo presidido por Jossep Blater obligo, como hace con cada organizador de sus eventos, a Sudáfrica a firmar con algunas empresas (Match Event Services y Match Hospitality) para que estas tengan algunas exclusividades y así asegurarse algunas vastas ganacias.



Esta historia se repite a lo largo de la historia. ¿o acaso todavía no está latente la idea de que los "argentinos somos derechos y humanos"?